sábado, 25 de febrero de 2017

Cañada seca - Valencia

Cañada Seca está como a 3 km de La Cuevarruz al norte de la provincia de Valencia, muy cerca de la comunidad aragonesa.
Es casi un pueblo fantasma, está  en un pequeño repecho mirando hacia el sur.
Todavía tiene algún edificio con tejados.

(Pueblos abandonados de Valencia)

Antigua estación de Burgos

El 25 de octubre de 1860 la ciudad tenía alrededor de 26.000 habitantes y más de la mitad de ellos se agolpaban junto a las vías para formar parte de un acontecimiento histórico: la llegada del primer tren.
Había salido de Valladolid a las 13.30 y con la puntualidad que corresponde a un invento procedente de las Islas Británicas, hizo su entrada en la estación a las 5 de la tarde.
Hoy, 150 años después, esa estación y todas sus instalaciones han sido condenadas al olvido, al vandalismo y, finalmente, a la desaparición.
De nuevo en este blog vamos a esperar a un tren que nunca llegará.
En 1901 se instó a Norte por parte de las autoridades a construir una estación definitiva para sustituir a la provisional (que llevaba ya 40 años funcionando)
La compañía encargó el diseño de la obra al ingeniero de caminos franco-español Enrique Grasset y Echevarría.
Apenas un año más tarde se inauguraba el edificio de viajeros que, al igual que en la mayoría de estaciones de Norte, estaba formado por tres partes diferenciadas.
En el pabellón central se encontraba el vestíbulo, las ventanillas de venta de billetes, los despachos del Jefe y Subjefe de estación y la oficina de telégrafos, estando en la parte de arriba las viviendas de los trabajadores.
En el pabellón central se encontraba el vestíbulo, las ventanillas de venta de billetes, los despachos del Jefe y Subjefe de estación y la oficina de telégrafos, estando en la parte de arriba las viviendas de los trabajadores.
En el cuerpo lateral izquierdo se situaban las salas de espera de primera, segunda y tercera clase así como la estafeta de Correos (posteriormente se construiría otro edificio para el servicio postal)
En el derecho se situaron la sala de equipajes, la cantina y algunos despachos de maquinistas, vigilantes o personal de Norte. 

(Esperando al tren)

Cortijo del Fraile - Níjar

El Cortijo del Fraile está situado en el término municipal de Níjar, Almería, dentro del Parque Natural de Cabo de Gata.
Es una cortijada representativa de la arquitectura popular de la zona, construida en el siglo XVIII por los frailes del Convento de Santo Domingo de Almería, para atender a los cultivos de olivos y cepas de vino. A partir del siglo XIX dejó de pertenecer al clero. Este cortijo de gran belleza y dimensiones, dispone de capilla, mausoleo, y aljibe.
Ha alcanzado gran notoriedad por el crimen que ocurrió en sus inmediaciones el 22 de julio de 1928, el llamado Crimen de Níjar, que inspiró la obra de Federico García Lorca "Bodas de Sangre". También se basa en los mismos hechos la novela "Puñal de claveles", de la escritora Carmen de Burgos.
A partir de los años 60, El Cortijo del Fraile fue utilizado como localización cinematográfica en varias películas del oeste, como "El Bueno, el feo y el malo" (1966), "Yo soy la revolución" (1966), "Tiempo de Buitres" (1967), "Los Cuatro Truhanes" (1968) o "Agáchate Maldito" (1971).
Hoy en día su estado es de ruina y total abandono.

(Wikipedia)

Cañada del Gitano - Granada

La Cañada del Gitano es un conjunto de cortijadas, que se emplazan en el Parque Natural Sierra de Baza en la provincia de Granada (España) a casi 2.000 metros de altitud, en una zona de pastos de verano, a la que tradicionalmente acudían los pastores y ganadores. Práctica que sigue efectuándose en los tiempos actuales, aunque con menor intensidad.
Pero si por algo destaca este bello lugar, es por su arquitectura constructiva, una de las más representativas y mejor conservadas de la Sierra de Baza, en la que es muy característico el uso de materiales propios de la zona, a los que se adaptaban los moradores de este lugar. Destacando el empleo de lajas de esquito, localmente llamadas pizarras, para las cubiertas, las que se asientan perfectamente sobre unas paredes de piedra labradas con una precisión milimétrica por estos peculiares canteros serranos, que no dejan de sorprendernos en los detalles y el primor con el que podemos comprobar terminaban sus obras.

(Sierra de Baza)