lunes, 9 de enero de 2017

Estación de Barbadillo del Mercado - Burgos

El final del recorrido de hoy es una ruina más en medio del campo pero que forma un conjunto muy agradable a la vista.
Ni el edificio de viajeros ni el almacén se han librado del paso del tiempo y sus interiores están destrozados.
Como la gran mayoría de las instalaciones del SM, la estación de Barbadillo del Mercado fue degradada a la categoría de apeadero en su última época. De ahí que aún podamos ver la señal con la “A” que la identificaba como tal. 

(Esperando al tren)

Cahués - Navarra

Estamos ante una localidad, antigua villa, que quedó deshabitada en la primera mitad del siglo XIV, situada dentro del actual término municipal de Miranda de Arga. Hoy, setecientos años después, apenas sobreviven algunos restos de sus antiguas viviendas; es fácilmente detectable su emplazamiento a causa de las numerosas piedras que salpican el terreno, pudiéndose encontrar abundantes restos cerámicos; incluso en algunos casos han llegado a sobrevivir pequeños lienzos de pared correspondientes a los cimientos de sus primitivas viviendas.
Su ubicación dentro del término de Miranda, muy próxima al término de Falces, muy próxima al río Arga, nos permite recordar que durante un tiempo llegó a pertenecer a esta segunda localidad.
Fue núcleo de población, a principios del siglo XII, de señorío nobiliario. En el año 1114, según nos aportan los documentos, el monasterio de Irache recibió algunas heredades de esta villa. Casi un siglo después, en 1208, los Hospitalarios de San Juan compraron algunas tierras y propiedades en este lugar, las suficientes como para llegar a instalar una encomienda de esta orden en el año 1237.
Pero antes del año 1280 vemos a la villa de Cahués integrada dentro de las propiedades de la Corona, a la que pagaba una pecha (impuesto) anual de 15 cahíces de trigo y otros tantos de cebada y avena, más los 20 de una y otras especies que habían pertenecido a Gil Garcés de Azagra y Gonzalo Ibáñez de Baztán hasta el secuestro de sus bienes a raíz de la Guerra de la Navarrería, según informa la Gran Enciclopedia Navarra.
Se calcula que Cahués quedó despoblado en la primera mitad del siglo XIV. El término fue cedido en el año 1307 a Ojer de Mauleón; fue una cesión temporal, pues poco después se ve que vuelve a pertenecer al patrimonio de la Corona. En 1422 hubo una disputa entre Falces y Miranda de Arga sobre su propiedad.

(Pueblos deshabitados de Navarra)

Estación de Calamocha - Teruel

Gemela a la de Maluenda pero en mucho mejor estado, esta es una de las dos estaciones que hay en el agradable pueblo de Calamocha.
Al estar habitada conserva los letreros originales pintados, el cartel luminoso de la época RENFE e incluso el armazón del reloj.
Intactas están las vías, el muelle cubierto y la caseta de madera del cercano paso a nivel. 

(Esperando al tren)

Antiguas Escuelas de Terán - Cabuérniga

Hasta los años 70 del siglo XIX muchas escuelas cántabras, al igual que en el resto de España, no contaban con locales propios. Sólo en los casos donde no había una casa o local disponible para alquilar, se construyeron edificios ex profeso de variada tipología. A finales del reinado de Isabel II, según las instrucciones oficiales, la escuela rural debía componerse al menos de tres elementos: una sala de clases, una antesala y un patio. Durante el Sexenio Revolucionario se añadieron otros dos elementos, los retretes y el guardarropa. Un tipo de escuela muy difundido se basaba en el modelo ganador del concurso convocado durante el Sexenio para la búsqueda de planos-modelo para las nuevas construcciones escolares. Este modelo, presentado por la Escuela de Arquitectura, incorporaba todas las condiciones de higiene, iluminación y ventilación necesarias, e inspiraría gran parte de las construcciones escolares más importantes a partir de los años 80 del XIX, difundiéndose por toda la región. Se organizaba en un cuerpo central, realzado tanto en planta como en alzado, generalmente de dos o tres pisos y dos cuerpos laterales longitudinales con solo planta baja, ocupados por las aulas o, en algunos casos, de dos alturas.
En el año 1864, el alcalde de Cabuérniga, Juan Benito Pellón, encargó la construcción de un edificio para escuela central del Valle, al arquitecto Mariano Pueyo Puyol. La escuela fue edificada  en la villa de Terán (hoy declarada Bien de Interés Local, con la categoría de conjunto histórico). Su coste fue de 160.000 reales, financiado por el Ayuntamiento del Valle de Cabuérniga. Pocos años después, dejó de ser escuela central para convertirse en escuela de niñas. Ya el local estaba deteriorado y carecía del material necesario. Por estas causas, era muy poco frecuentado por las alumnas. Parte del terreno que rodeaba a la escuela fue donado en 1925 por D, Francisco Herrera al ayuntamiento que se propuso cerrarlo con un muro de piedra. Durante años sirvió para la educación de los niños y niñas del Valle hasta que fue construída una nueva escuela en un solar contiguo. Entonces pasó a desempeñar otras funciones, como biblioteca o cine, hasta su completo abandono. En 1986 el ayuntamiento vendió las antiguas escuelas a un particular.
Los planos originales de las escuelas, fechados en 1864 se encuentran en el Archivo Histórico Provincial de Cantabria.
En 1873 en los nueve pueblos  que formaban el Ayuntamiento de Cabuérniga (2.200 habitantes) existían cuatro escuelas elementales incompletas de niños y una de niñas (la de terán)constituían la instrucción primaria de los nueve pueblos que forman el Ayuntamiento de Cabuérniga, cuyo vecindario era de 2.200 habitantes. Muy deficientes en medios, utilizaban arcaicos sistemas de enseñanza, donde predominaba la palmeta y el castigo. Algunas estaban instaladas en la parte alta de la taberna del pueblo. El estado de las escuelas del Valle era lamentable. Jamás se ocuparon de ellas ni las autoridades locales, ni menos las superiores de la provincia, ni los párrocos, ni los señores de la zona. Los niños eran pequeños salvajes mal instruidos. A partir de 1875 el alcalde de Cabuérniga hasta 1877, Gervasio G. de Linares, con profunda inquietud social y muy preocupado por esta situación, redacta un plan de reforma de las escuelas del Valle y de mejoramiento de la instrucción primaria.

Descripción:
Es un bello exponente de los escasos ejemplos de arquitectura neoclásica de la región. Los muros están armados con piedra de mampostería y la sillería aparece en los recercos de los vanos, esquinales y otros elementos relevantes como el cuerpo central. La resolución formal del acceso, de la organización de la planta y de la estructura general del edificio se realiza conforme a esquemas clasicistas. La estructura compositiva, tanto en planta como en alzado, es claramente simétrica, destacando el acceso. Posee un cuerpo central de dos alturas con pórtico de acceso, frontón ornamental en paño macizo sobre dos pilastras y dos columnas y campanario. Las alas laterales se caracterizan por una composición de tres huecos: el central compuesto a su vez por tres vanos en arco y los otros dos por un solo vano en arco. Detrás del zaguán, que aparece articulado con elaborados huecos, se abren las piezas menores del cuerpo central y las grandes aulas en cada uno de los dos lados. Éstas últimas alcanzan una gran altura y contienen columnas de madera de forma octogonal o poligonal con capiteles tallados en forma de pirámide escalonada invertida; las basas son esbeltas y aparecen talladas en piedra. El menor fondo del cuerpo central posibilita la creación de un patio trasero de pequeñas dimensiones.

Grado de protección:
Incluido en el Inventario General del Patrimonio Cultural de Cantabria por Resolución de 3 de julio de 2001 (B.O.C. 30-07-2001)

Estado:
Abandonado y en lamentable estado de deterioro que amenaza ruina. Techumbres en parte hundidas, invadido por la vegetación, expoliado.

Carácter de riesgo:
Deterioro progresivo que llevará a la pérdida del edificio.

Intervenciones y/o Restauraciones:
Existe una propuesta de restaurar las escuelas e instalar en ellas el Centro de Investigación y Alta Cocina de Cantabria (CIACC).

(Lista roja del Patrimonio)