domingo, 1 de octubre de 2017

Lacasta - Huesca

Al tratarse de un puesto de cierta importancia militar en tiempos de la Reconquista, el pueblo se halla en un espolón rocoso junto al barranco del río Júnez, a poca distancia del límite con Huesca. El espacio ocupado por el antiguo castillo tiene como único acceso un puente tallado en la roca. El punto más alto está dominado por una iglesia románica dedicada a San Nicolás de Bari, que guarda en su interior una joya salvada del saqueo debido a su enorme peso. Se trata de una pila bautismal de una sola pieza de granito fechada, al igual que la iglesia, entre los siglos XII y XIII.
El resto de las edificaciones se encuentran en diferente estado de conservación. Destacan la casa Castillo de dos plantas, la casa Blanca y la casa Laguarta, un enorme edifico de tres plantas construido en piedra, con balcones y algunas ventanas enmarcadas con pintura blancas; la antigua escuela y dos viviendas junto al camino de entrada. En los alrededores hay varias eras y corrales. Uno de los mejor conservados se encuentra en una explanada más arriba de la iglesia y el otro medio kilómetro antes de llegar al pueblo, junto a una nave donde se guardan aperos de labranza. Las tierras a lo largo de la vega del río Júnez, son relativamente llanas y están mayoritariamente dedicadas al cultivo de cereal y guisantes.
En el mismo pueblo hay una fuente cisterna excavada en la montaña por la que brota agua permanentemente. Unos metros más abajo del pueblo el barranco forma en la roca una serie de pozas naturales bastante profundas, ideales para el baño.
La comarca es rica en plantas medicinales, algunas de ellas especies protegidas en peligro de extinción. También abundan las setas de muy diversas especies comestibles y árboles tan variados como el pino nigra, el rebollo, la encina, el roble o el alerce.

(De otra manera)

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