martes, 27 de diciembre de 2016

San Esteban de Gormaz (Soria)

El paso del nuevo ferrocarril por el municipio fue muy celebrado por las autoridades, al contrario de lo sucedido en la vecina Osma.
La estación de San Esteban era de tercera categoría y contaba con la vía general, dos de sobrepaso y otra más para dar servicio al muelle de carga que terminaba en una topera y contaba con báscula y gálibo.
En las inmediaciones se levantaron varias industrias y un silo del S.N.P.A (ahora Servicio Nacional de Cereales) pero lo cierto es que ninguna de ellas tuvo vías propias.
Cuando se cerró la línea al tráfico de viajeros se tapiaron las puertas y ventanas de la planta baja del edificio de viajeros y se colocó la señal con la C de “cerrado”.
Llama la atención el diferente diseño del edificio de los retretes, siendo este más moderno que los del resto del recorrido.
El estado del conjunto es aceptable, conservándose incluso el cartelón de la época de RENFE.
A la entrada del pueblo encontramos un paso a nivel y el armazón de lo que iba a ser un paso elevado sobre la vía y que jamás se llegó a terminar.
También está uno de los dos túneles de la Valladolid – Ariza. Mide 255 metros y a la entrada nos encontramos una señal en bastante buen estado.

(Esperando al tren)

Monteagudo de las Vicarías (Soria)

La penúltima estación de la línea  era de cuarta categoría y como otras veces, estaba situada a más de un kilómetro del pueblo aunque las vías pasan casi por las calles. Esto se debía al intento de dar servicio a varios pueblos, aunque en realidad no servía bien a ninguno.
Originalmente tenía una vía de sobrepaso a la que en 1920 se unió otra. Además, estaba la del muelle de carga con su báscula y su gálibo.
El estado del conjunto es pésimo, habiendo sido utilizados el edificio de viajeros y el almacén como corral tras haber derribado el muro que tapiaba la puerta.

(Esperando al tren)



Ariza (Zaragoza)

A pesar de que la estación está en uso (línea Madrid – Zaragoza) encontramos numerosas muestras del pasado no tan lejano.
Alrededor de las modernas vías electrificadas se dispersan edificios e instalaciones propios de una estación de primera categoría como era esta.
La estación pertenecía a la línea Madrid – Zaragoza, pero el edificio de viajeros se construyó e inauguró para la Valladolid – Ariza sustituyendo a uno anterior. Es por esto que es del mismo estilo que el resto de la línea.
Había en Ariza un pabellón de lampistería, una casa para empleados, un pabellón de Correos, depósitos, un cocherón de carruajes y un anexo para el personal de tracción.
La disposición de vías fue modificándose a lo largo del tiempo según las necesidades, aunque podemos decir que en 1900 tenía 16 entre las generales de las dos líneas, las de sobrepaso, las de playa y la del muelle.
Ariza contaba con su Servicio Sanitario, ya que RENFE tenía médicos contratados prácticamente en todas las estaciones importantes y en aquellas que eran nudos o reservas de máquinas.
Posteriormente se añadió una vía por detrás del edificio de viajeros para dar servicio al silo (del que vemos el cargador de cereal) y a la azucarera.
Como la de Aranda, la estación de primera categoría de Ariza tenía una fonda que podemos ver por dentro. 


(Esperando al tren)