martes, 15 de noviembre de 2016

Los Viejos - Huelva

El mínimo núcleo de Los Viejos es una cortijada en la que apenas se distinguen una decena de viviendas y que esconde su pintoresco caserío en una espesa zona de encinar y alcornoques, próxima al barranco de Cubos. Su aislamiento y el hecho de que no sea visible desde la cercana carretera local le da un curioso carácter de refugio en medio de un paisaje bravio y, de hecho, durante la Guerra Civil varias familias que vivían en cortijos solitarios buscaron cobijo en esta aldea.
Hoy, la llegada al caserío sorprende con la presencia de algunos paneles solares que abastecen a la única vivienda habitada de la aldea, una sencilla construcción en la que vive Inés, una mujer mayor, en compañía de su hijo. La locuacidad y el carácter hospitalario de Inés, permite conocer la modestia de las casas, que contaban con una sala a la entrada, donde estaba instalada la chimenea, única fuente de calor para las alcobas, comunicadas directamente con dicha sala, que hacía también de cocina y comedor.
Hasta los años cincuenta, la aldea conoció tiempos mejores y de hecho la propia Inés recuerda los años en los que se celebraban bailes en la sala de una de las casas, acompañados por la música del acordeón y con la presencia de una veintena de mozas. La falta de luz y agua corriente empujó a los habitantes a mejorar sus condiciones de vida en otros lugares y la aldea comenzó su lento declive hasta nuestros días.

Una romería popular
La estructura del conjunto de construcciones es de una gran simplicidad y se limita únicamente a una calle, en la que se encuentra el mayor núcleo de viviendas, una hilera de cinco casas, unidas pared con pared. La primera de estas viviendas es la que está habitada y ante ella mana una fuente que sirve para abastecerse de agua, abundante a juzgar por las zonas de huerta que cultivan los vecinos.
Detrás de esta calle siguen en pie cuatro construcciones de piedra oscura,entre las que se distinguen los restos de algún corral y un horno de cocer pan hecho de ladrillos y abierto en uno de los muros. Las casas son extremadamente sencillas, de una sola planta y a veces con pajar, y conservan sus paredes y sus cubiertas en buen estado, sobre las que destaca alguna que otra chimenea.

(Pilar Alonso y Alberto Gil)


Lérida - Soria

Del despoblado de Lérida, en el término municipal de Retortillo, se conserva todavía su antigua iglesia, ahora convertida en ermita y dedicada a San Miguel. Cada año a principios de mayo acuden los habitantes de Retortillo en romería.
A muy poca distancia de la ermita todavía se pueden ver algunos restos de los antiguos corrales donde se guardaba el ganado. 

(Visitando pueblos deshabitados)