domingo, 6 de noviembre de 2016

Mozuelos de Sedano - Burgos

Mozuelos de Sedano se deshabito a finales de la década de 1960, pero no quedo abandonado ya que algunas casas están en perfecto estado.
En este pueblo, al igual que en Cortiguera se grabaron gran parte de escenas de la película “El disputado voto del señor Cayo

(Pueblos abandonados o despoblados)


Las Minas - Albacete

El núcleo de Las Minas, en la divisoria de las provincias de Albacete y Murcia, toma su nombre de unas explotaciones de azufre que estuvieron en activo hasta los años 60, época en la que dejaron de ser rentables provocando el abandono de las galerías y los pozos de extracción. Todavía hoy las bocas de estos pozos, que alcanzan los 400 metros de profundidad, salpican el paisaje en torno al pueblo convertidas en vertederos improvisados en los que se arrojan todo tipo de basuras, con el riesgo de contaminar las aguas subterráneas del término. Los escasos vecinos que aún viven en la localidad se concentran en anodinos bloques de pisos a la entrada del casco viejo, situado sobre una loma y formado por austeros edificios de una sola planta en torno a la iglesia. Esta es una sencilla construcción levantada durante los años 40 en sustitución de una ermita y coronada por una torre octogonal, con un reloj que todavía marca el paso de la horas para los lugareños, en su mayoría antiguos mineros con sus familias. 
Atrás que los tiempos en que la localidad tenía cine, farmacia, párroco y médico. Atrás queda tambien la época en que vivían aquí centenares de personas instaladas en 1as cuevas que perforan numerosos cerros en torno al pueblo y que constituyeron su habitat principal.

Ferrocarril minero
El recorrido por esta barriada, una interminable sucesión de oquedades abiertas en los taludes de tierra blanquecina, sobrecoge por la pobreza de las viviendas, casi siempre precedidas de una sala en la que se observan restos de chimeneas y alacenas talladas en los montículos. Alrededor estaban los dormitorios, que se iban ampliando a medida que aumentaba la familia. La casa crecía hacia el interior y, vista desde fuera, sólo mostraba su puerta, una minúscula ventana y la chimenea para dar salida al humo del hogar.
Además de la barriada de casas-cueva, Las Minas conserva restos de una fundición y un cementerio, cuya amplitud ilustra los estragos producidos por la silicosis. A poca distancia, una vía abandonada y algunos túneles permiten reconocer el trazado del ferrocarril que conducía el mineral a una cercana estación, formada por varios decrépitos caserones.

( Pilar Alonso y Alberto Gil)