sábado, 24 de diciembre de 2016

Aranda de Duero-Chelva

Esta estación fue considerada desde su origen como la más importante de la línea Valladolid-Ariza. Es una de las que más modificaciones han sufrido a lo largo de sus años de funcionamiento y entre sus instalaciones iniciales destacaban la cochera de carruajes, el depósito de locomotoras y los talleres. 
También se la dotó con depósitos y aguadas que aún podemos ver, báscula, gálibo y dos muelles de mercancías, uno cubierto y otro descubierto. 
Como edificios principales, además del de viajeros y el de los retretes, disponía de una de las dos fondas que había en el trazado (La otra estaba en Ariza) 
En el año 1914 se construyó un almacén para el pescado, lo que constituía un caso único en la línea. Su diseño era similar a los pabellones de lampistería (almacén de lámparas de petróleo para las locomotoras de vapor), es decir, con paredes de ladrillo sobre fundaciones de piedra de sillería. 
A lo largo de los años se fueron añadiendo vías, se construyeron placas giratorias y se prolongaron los muelles. Además, muchas empresas se ubicaron en las inmediaciones, como los depósitos de CAMPSA o una gran azucarera). 
Sin saber exactamente la fecha de instalación, uno de los muchos intentos de conseguir un sistema de variación del ancho de vía (denominado VEVEY) se puede ver aún en las inmediaciones del cocherón de carruajes. 
Con el fin de suministrar la madera necesaria para las reparaciones de vagones e instalaciones fijas se levantó, justo enfrente del edificio de viajeros, un vivero.
En 1985, en estos mismos terrenos, la empresa EMFESA instaló una gran nave dedicada al desguace de material ferroviario. Hoy en día también está abandonada. 
Actualmente el edificio de viajeros está bien conservado. Allí tiene la sede la Asociación Arandina de Amigos del Tren y en la parte trasera podemos ver material móvil restaurado, así como algunas señales y semáforos. 
Otros edificios están alquilados a particulares, como la cochera de carruajes que actualmente es un establo.
Según me contaron en el pueblo, la antigua fonda fue utilizada como bar musical hasta que una explosión dejó seriamente dañada la estructura, condenándola al derribo.
Las causas se desconocen, pero al parecer sucedió en la bodega, reventando el suelo y alcanzando la cubierta. Aunque de este hecho no tengo documentación alguna, los colores chillones de las paredes y los tremendos destrozos que se aprecian parecen confirmar la historia. 

(Esperando al tren) 

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